Experiencia Kundalini (II)

Beneficios del yoga y mi experiencia personal en la práctica de Kundalini yoga. Entre otras cosas.

miércoles, marzo 15, 2006

YOGA Y “TRAPITOS”

Mi entrada de hoy nada tiene que ver, expresamente, con el yoga, pero sí tiene una ligerísima relación. Mi amiga de la India, con la que asistí por primera vez a la Gurdwara y con la que tengo largas conversaciones sobre la religión Sikh, el yoga y la India, me sorprendió ayer con un regalo inesperado. Envuelto en un alegre papel de colores me encontré con un traje a la usanza de su tierra, que sus tíos, que acababan de regresar de la India, habían traído para mí a petición suya. Allí la gente confecciona los vestidos escogiendo la tela y el modelo que les gusta en la costurera. Mi amiga, cuando va a su país, acostumbra a encargar unos cuantos, aunque su madre también sabe coser y algunos se los hace ella. Ya que tuvieron que escoger la talla a ojo, el vestido requería unos pocos arreglos pero estaba confeccionado de forma que pudiera ensancharse si era necesario. Había tela de sobras. Después de probármelo y comprobar que el pantalón me iba estupendamente (aunque son tan anchos que es difícil equivocarse con la talla) y que la casaca requería ser ensanchada de sisa, puse manos a la obra aguja en mano. La llamé al abrir el paquete, para darle las gracias, y lo primero que me dijo (con una risa) fue que no era para hacer yoga. El pantalón y el velo son en color fucsia a juego y el blusón de un precioso color azul. Ambas piezas con bordados muy vistosos. No sé cuándo lo voy a poder estrenar pero, evidentemente, de este verano no pasa. No voy a poder resistirme. Estoy pensando yo que voy a sacar el patrón del pantalón (que, por otra parte, no parece excesivamente complicado de hacer) para coserme uno en color blanco para ir a yoga… y ¿por qué no una preciosa casaca blanca a juego? Digo yo que practicar yoga no tiene porqué estar reñido con la moda. Al respecto de mi última frase, paseando con una amiga hace unos días, nos paramos en una tiendecilla de ropa porque nos habían llamado la atención unas camisas hindús (reconozco que tengo una debilidad por este tipo de prendas). Le comenté, enseñándole una camisa blanca de algodón, que podía comprármela para ir a yoga. Se me quedó mirando con cara rara y me dijo: “Si que vais arreglados a yoga. Donde yo vivo la gente va con un pantalón de chándal y una camiseta, y vas que tiras”. Y yo me repito: la moda no está reñida con la comodidad y, por supuesto… ¿por qué no vas a ir a yoga con ropa con la que, además de ir cómoda, te sientas guapa?

La foto es una solemne birria y creo que la cámara está ya para el desguace, pero en fin, como muestra de colores… creo que vale.