Experiencia Kundalini (II)

Beneficios del yoga y mi experiencia personal en la práctica de Kundalini yoga. Entre otras cosas.

viernes, mayo 26, 2006

OLORES DE TODOS LOS SABORES

Uno de los olores característicos de una sala donde se dan clases de yoga es el del incienso. A mi me encanta, aunque conozco gente a la que el perfume del incienso llega a ofenderles, como si en vez de estar perfumando el ambiente hubieras decidido fumigarles. Si les pones una varita, a los pocos minutos ya están estornudando, tosiendo y poniendo caras raras.
Uno de los consejos que se acostumbran a dar en cuanto a la etiqueta de clase es no ofender con olores o fuertes perfumes a los que te rodean. Los perfumes, por buenos que sean, pueden ofender nuestras pituitarias si son excesivamente fuertes e intensos. Y otros olores que habitualmente podemos encontrar en una clase son el olor a pies, que puede resultar tan desagradable para el que lo padece como para los demás, y el olor a sudor cuando los ejercicios han sido especialmente intensos. Ayer, sin ir más lejos, hicimos una kriya cortita pero que nos –me- hizo sudar de lo lindo. Especialmente terminé empapada con el calentamiento, que consistió en hacer cuatro o cinco veces –perdí la cuenta- el saludo al sol. El enlace lleva a una variación del que hicimos.
Inhalas subiendo los brazos por los costados hasta que las palmas queden sobre tu cabeza un poco separadas una de la otra, y luego las llevas a la posición de rezo exhalando. Inhalas en esa posición y exhalas bajando suavemente hasta tocar el suelo con las puntas de los dedos. Inhalas estirando las piernas y subiendo la cabeza, exhalas doblando ligeramente las piernas y tocando el suelo con las palmas de las manos. Inhalas, das un salto y te quedas en ¿pirámide?. Exhalas bajando la pelvis hacia el suelo suavemente hasta quedar en la posición de la cobra. Te quedas respirando largo y profundo en esa posición unos instantes. Luego, saltito y postura del triángulo, con las plantas de los pies bien apoyadas en el suelo. Respiras largo y profundo, luego un saltito para colocar los pies junto a las manos. Finalmente inhalas subiendo la espalda suavemente vértebra a vértebra y terminas con una exhalación en postura erguida. Bueno, más o menos fue así, aunque era la segunda vez que hacía el saludo al sol y no tengo mucha práctica.
Pero hablaba de olores. Hace una semana tuvimos la mala suerte de que habían pintado en una habitación contigua a la sala de yoga y un fuerte olor a disolvente se colaba en clase. Una chica, al poco rato, pidió que se pusiera más incienso porque el olor resultaba bastante penetrante. Yo estaba bastante alejada de la puerta y del lugar del que procedía dicho olor, porque había llegado un poco tarde y mis sitios favoritos estaban todos ocupados. Me tocó extender mi pareo junto al podio del profe (para que vea lo mal que lo hago, jeje) pero a pesar de la distancia, al rato tenía una sensación desagradable. Y eso que hicimos casi todos los ejercicios respirando por la boca (no sé si fue aposta) y supongo que, de esa forma, el olor a disolvente es menos agresivo. Pero, al salir de clase, tenía una especie de sensación que yo calificaría “de globo”. Salí entre flotando y andando.
Una de las cosas que más me gustan, en cuanto al sentido del olfato, es el perfume suave a incienso del que se impregna mi ropa de yoga. La saco de la bolsa y me la acerco a la nariz ¡huele tan bien!
Por cierto, ayer hicimos una meditación interesante que ya habíamos practicado en una clase anterior con un mantra distinto: en postura fácil, las manos en el mudra de oración a unos 8-10 cms del nacimiento de la nariz y respiración larga y profunda. Luego me quedan los brazos hechos cisco pero mi profe asegura que una vez traspase la frontera, seré capaz de estar todo el tiempo que quiera.

2 Comments:

  • At 26 mayo, 2006 10:55, Anonymous Anónimo said…

    Cierto, el olor a incienso es muy, muy agradable, y ayuda a que te relajes y concentres mejor (al menos es la sensación que tengo yo). Y también cierto, hay gente que odia el olor, o dice que le da alergia... una pena, porque a mí, cuando mi profe encendía una barita, me encantaba. Lo estaba deseando.

     
  • At 27 mayo, 2006 10:40, Blogger Suskiin said…

    Pily, la sensación de entrar en clase y que huela suavemente a incienso, me encanta. Ay, que terminaremos intercambiando varitas en vez de cromos :-D

    Suhkwinder: Tengo un cajón lleno de paquetitos de incienso de montones de olores, pero si encuentro el que me recomiendas, lo pruebo, seguro! Ahora mismo he puesto uno de sándalo que es muy suave y agradable. Tengo un par de boles en casa, con arenita de colores, donde voy poniendo las varitas.
    En cuanto a "matar" olores con el incienso, no sé, pero la chica que pidió que pusieran más incienso supongo que esperaba que sí matara aquel olor tan fuerte a pintura. Y es que mareaba!
    Prometo un reportaje en toda regla del concierto (¡sólo falta una semana!) aunque lo de la foto... va a ser más difícil pero si hay posibilidades no lo dudes. Yo me llevo la cámara, eso por descontado.

     

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